Cuando el calor aprieta: las piezas del coche que más sufren con las altas temperaturas
Aunque todos los elementos del coche están diseñados para soportar condiciones exigentes, el exceso de calor acelera el desgaste de ciertos componentes, comprometiendo el rendimiento, la seguridad y la vida útil del vehículo. A continuación, repasamos los elementos más afectados por el calor y qué puedes hacer para minimizar los daños.
► Batería
El calor es enemigo de las baterías. Las temperaturas elevadas aceleran la evaporación del líquido electrolito, provocando un deterioro interno que reduce su capacidad y vida útil. Además, el uso intensivo del aire acondicionado y otros sistemas eléctricos en verano exige más energía, lo que puede dejar una batería debilitada sin margen de respuesta.
► Neumáticos
Las altas temperaturas en el asfalto y una presión inadecuada pueden provocar deformaciones, reventones o un desgaste irregular de la banda de rodadura. Un neumático en mal estado, además, pierde adherencia y pone en riesgo la estabilidad del coche. Revisa la presión y el estado del dibujo con frecuencia, sobre todo antes de viajes largos.
► Sistema de refrigeración
El motor genera calor al funcionar, pero en verano este efecto se multiplica. El sistema de refrigeración —compuesto por radiador, termostato, bomba de agua y líquido refrigerante— es clave para mantener la temperatura adecuada. Si alguno de estos elementos falla o si el líquido está en mal estado, el riesgo de sobrecalentamiento del motor se dispara.
► Aire acondicionado
En los meses más calurosos, el aire acondicionado trabaja a pleno rendimiento. Filtros sucios, bajo nivel de gas refrigerante o fallos en el compresor pueden afectar su funcionamiento y hacer que el sistema pierda eficacia, justo cuando más se necesita. Una revisión a tiempo garantiza un habitáculo fresco y confortable.
► Limpiaparabrisas y lunas
Aunque parezca un componente menor, el sol y el calor deterioran las escobillas del limpiaparabrisas, que pierden elasticidad y eficacia. Las lunas también pueden resentirse si sufren contrastes térmicos extremos, como cuando se acciona el aire acondicionado al máximo tras dejar el coche al sol.
► Plásticos, gomas y pintura
Los interiores del coche, especialmente los elementos de plástico y goma como el salpicadero, los pomos o los paneles de las puertas, pueden cuartearse, decolorarse o deformarse por la exposición prolongada al sol. La pintura también sufre, perdiendo brillo o formando ampollas si no está bien protegida con ceras o tratamientos específicos.
► Aceite y líquidos
Las altas temperaturas modifican la viscosidad de los líquidos del coche, como el aceite del motor, el líquido de frenos o el refrigerante. Si estos no se encuentran en buen estado o al nivel adecuado, su capacidad para lubricar o refrigerar se reduce, favoreciendo averías graves.
En verano, prevenir es ganar
Para evitar sustos en carretera, es fundamental realizar revisiones preventivas antes de los picos de calor, asegurando que todos estos elementos están en buen estado. Además, es aconsejable buscar zonas de sombra para aparcar, utilizar parasoles y ventilar el coche antes de arrancar si ha estado expuesto al sol.
Y recuerda: la mejor forma de proteger tu vehículo del calor es confiar en profesionales que conozcan sus necesidades. En la Comunidad de Talleres Nubecar, encontrarás expertos que revisarán tu coche con precisión, te ofrecerán diagnósticos fiables y soluciones rápidas para mantenerlo siempre a punto.
¡No esperes a que el calor provoque una avería! Lleva tu coche al taller Nubecar más cercano y viaja con total tranquilidad.
Cuando el calor se intensifica, no solo lo notamos en la piel. Los vehículos también sufren los efectos de las altas temperaturas, especialmente si pasan muchas horas al sol o realizan trayectos largos durante los meses de verano.